Diana y yo nos consideramos tanto españolas como rusas, ya que fue ahí dónde nacimos y la comida que comimos en nuestra infancia fue la comida rusa casera que se prepara en los hogares de aquél país. Después de tantos años, la echábamos mucho de menos, por lo que decidimos abrir un restaurante ruso en Madrid y poder ofrecer, y comer, los platos típicos: kotleti, jolodets, borsch…
Ni Diana ni yo teníamos en aquel momento conocimientos de restauración ni como empresarias. Diana había trabajado algunos años de camarera; mi experiencia era aún menor en ese campo. Sin embargo, el proceso de apertura del restaurante fue bastante sencillo y rápido. Incluso existían subvenciones municipales por contratación de personal.
Nuestros clientes rusos nos valoran especialmente por el hecho de que ofrecemos cocina rusa casera. Muchos nos comentan que tenemos el borsch “como el de su abuela” o los golubtsí “como los de su madre”. A los españoles también les gusta mucho, porque siempre les ha gustado comer bien, y la comida rusa resulta para ellos todo un descubrimiento. Muchos de nuestros clientes destacan también nuestros buenos precios.
Cocinamos según las recetas tradicionales, sin añadir ingredientes innecesarios en los platos. Los productos básicos, tales como la carne, el pollo o la verdura, los adquirimos en los proveedores españoles. En cuanto a los productos específicos rusos, tales como smetana o bryndza, nos los traen los importadores rusos.
El día 15 de octubre de este año nuestro restaurante cumplió 2 años. Nuestra carta ha variado ligeramente durante este tiempo, añadiendo platos nuevos, algunos por sugerencia de nuestros clientes y otros por iniciativa propia. Los últimos en llegar han sido los piroshkí, un plato de embutidos rusos y el Strogonoff.
Muchos nuevos clientes vienen por recomendación de sus amigos o familiares, que ya han estado con nosotros y a los que nuestra cocina ha encantado. Tenemos clientes de muchos sitios de la antigua Unión Soviética: rusos, ucranianos, azerbadzanos… Entre nuestros cocineros también ha habido varias nacionalidades de las antiguas repúblicas soviéticas: rusos, ucranianos, georgianos, kirguisios… Por eso hemos calificado nuestro restaurante como de cocina eslava; tenemos platos búlgaros, húngaros y checos, aunque la base es la cocina casera ruso-ucraniana.
Estamos presentes en algunas de las principales plataformas de promoción, como Trip Advisor o El Tenedor. También tenemos nuestra propia página web: www.restaurantegribok.es y nuestras páginas de Facebook, Google y Twitter. Además de venir a comer en nuestro restaurante, nuestros clientes pueden pedir a domicilio, tenemos reparto gratuito en varios códigos postales de la ciudad.
Con cada año que pasa nuestra clientes aumenta, a pesar de que seguimos en crisis. También es verdad que abrimos en plena crisis y con una propuesta muy específica, como es la comida rusa, muy poco conocida aquí. Nuestra mejor, y casi única, publicidad consiste en el boca a boca de nuestros clientes, la mayoría de los cuales quedan muy satisfechos. Creemos que la razón de nuestro éxito es una comida muy rica y natural, y un servicio agradable y cercano.
A aquellos que quieran abrir su propio restaurante podemos aconsejarles que estén preparados para el trabajo duro y constante. Será difícil y habrá momentos en los que apetezca dejarlo todo. Pero es una parte insoslayable de tener un negocio propio y habrá que pasar por ello si quieren que salga adelante.
Calle Alejandro González, 8, 28028 Madrid, Испания
Tel.: 91 726 31 52