Julia Koneva, psicologо, сoach

Ya ha empezado el año escolar y la mayoría de los padres ya están en la línea de salida para iniciar la carrera en la búsqueda del éxito para sus hijos. Hay que encontrar la mejor escuela; buenos tutores; actividades extraescolares; comprar los libros; material escolar; planificar la alimentación semanal, y así hasta el fin de curso. Por una parte, cuidar a los hijos es una responsabilidad de cualquier padre. Pero por otra parte en algunos momentos los padres no dejan que sus hijos se desarrollen y exploren sus capacidades. Los padres organizan la vida de sus vástagos de acuerdo con sus propias ideas o para que ellos realicen los sueños no cumplidos de los progenitores.

Las últimas tendencias en psicología y pedagogía instan a que el proceso educativo sea individualizado, y alegre. Así que el objetivo principal de los padres o profesores es ayudar a los niños en su desarrollo creando un ambiente favorable que sea motivador. Los padres no deben ser vigilantes o salvadores eternos, no deben controlar estrictamente cómo el niño hace sus tareas protegiéndoles de los errores. Los padres a menudo no permiten que los hijos se sientan como héroes-ganadores. Además, el control y la sobreprotección continuos, a corto plazo afectan a la resistencia e incitan a la pasividad del niño. Por otro lado, nadie puede garantizar que el ángel de la guarda (papá o mamá), siempre vendrá a ayudar a tomar una decisión por el, porque en caso de emergencia el niño tendrá que tomar sus propias decisiones para evitar el peligro.

Cada persona es un individuo. Mientras uno necesita tener éxito y reconocimiento, el otro valora estar en la orilla de un lago rodeado de paz y silencio. Si la naturaleza por ejemplo -ha creado a su hijo tímido o tranquilo-, eso no significa que no vaya a ser valido para la sociedad. “Por supuesto que sí”. Porque el don de un niño sosegado es observar, contemplar y pensar. Si su hijo elige un lugar más apartado y más aislado en la vida, esto significa que por encima de todas las cosas aprecia la sensación de estar tranquilo. No hay nada de malo en que su hijo de mayor quiera ser bibliotecario o un guardia forestal. Usted debe crear un ambiente adecuado para el, para que pueda desarrollar al máximo sus habilidades en el área en que quiera tener el éxito. Se puede enseñar a un velocista a hacer carreras de fondo, pero le resultara mucho más difícil tener éxito en este tipo de pruebas.

Piense ¿Qué cosas le molestaban más de pequeño? Por supuesto, el control y la presión ejercidas por los adultos, o cuando los padres no respetaban sus elecciones u opiniones y en muchos casos cuando no sentían alegría por sus victorias. Lo peor de todo, es que cada uno de los padres en su momento estuvo en el lugar de su hijo. Lo normal es que usted también se quitase el gorro saliendo de casa o cuando era una chica adolescente, apretase los dientes conteniendo la rabia cuando le ordenaban que “se lavase la cara para quitar el maquillaje” o “llevase algo más apropiado para la ocasión“. Es tan fácil usar la “patria potestad” sin perder el tiempo para dar explicaciones; simplemente prohibir o dar órdenes sin pensar, por ejemplo, “si no te pones el gorro puedes enfermar“ ¿Que puede cambiar la situación y hacer que el uso del dichoso gorro traiga emociones positivas? ¡Para esto sólo tiene que hacer que el niño decida por sí mismo llevarlo! En esto les ayudarán las últimas tendencias de la moda. Un bonito gorro que está de actualidad; un sombrero que luce por las calles su actriz favorita; una gorra con el nombre de su equipo favorito; una capucha-Pokemon para aquellos a quienes les gusta llamar la atención o una boina realizada por un diseñador alternativo no reconocido. En el mundo de la moda, cada uno puede encontrar algo a su gusto.

Muchos padres se quejan de que sus niños no tienen motivación para estudiar, sin embargo es complicado motivar para memorizar sin entender. En cambio, si al proceso de aprendizaje le añadimos algo de creatividad. En este caso muchas veces funciona “el efecto dominó“. Es muy importante encontrar esta pequeña ficha que iniciará todo el proceso para que la situación empiece a cambiar delante de nuestros ojos sin ningún esfuerzo adicional. Por ejemplo, si al niño le gusta los cómics mangas, entonces, lo lógico sería que aprenda inglés, japonés; tome clases de música o de artes marciales. En cambio si le fascina la película “Piratas del Caribe“– aquí tenemos geografía, astronomía o aventura. Otro ejemplo puede ser la serie de “Sherlock Holmes“, causará en el niño el interés por las ciencias naturales y lógica. ¡El niño disfrutará muchísimo estudiando de esa manera! ¡Se le desarrollara la seguridad en sí mismo; una percepción positiva del mundo, y un gran deseo de superar todos los obstáculos en el camino!

Es más complicado el caso de los niños que por diversas razones ya han sido tachados de fracasados. Estos chicos no suelen creer en si mismo y tienen una baja autoestima, a la vez, como norma general, se agobian por sus fracasos escolares y tratan de esconder sus preocupaciones bajo una apariencia de indiferencia hacia todo lo que le rodea, incluso mostrando una actitud negativa hacia los estudios. Debido a su baja motivación ellos necesitan mucho apoyo para desarrollar un plan para lograr las metas.

Otra cosa muy importante es que – “hay que enseñarles a soñar”. Porque soñando nos vamos más allá de la realidad y nuestros sueños nos llevan lejos, muchas veces desde otra perspectiva todos los miedos y los problemas no parecen tan terribles e insalvables. Usted puede ofrecer a su hijo viajar mentalmente a un lugar más cómodo para él. Después le pediremos que describa sus sensaciones, paso a paso junto a él hasta que sienta tranquilidad y alegría. Llegados a ese punto, le indicaremos que de consejo a otro niño con los mismos miedos o problemas. Porque ahora lo vemos todo desde el horizonte y podemos encontrar muchas más soluciones.

En caso de los niños con motivación baja es muy importante fijar unas metas pequeñas pero alcanzables, dividiendo su camino hacia el objetivo en pequeños pasos. Esto ayudará a que el niño se sienta “un ganador” cada día, mientras vaya subiendo su autoestima. En algunos casos es necesario dar al niño la oportunidad de empezar todo desde cero, incluso cambiar de colegio. Y nunca se puede comparar a un niño con otro. Hasta una simple carrera en la clase de educación física si le sale mal puede causar en el niño la sensación de inseguridad. Debemos insistir en que él es único, no compararle con otros, sino compararle entre los resultados obtenidos por el en diferentes etapas, sin ir más lejos, “entre los de hoy y hace una semana”. Así querrá mejorar sus propios logros.

Muchos niños tienen miedos. Cómo combatir los temores de los niños, será el tema del próximo artículo, pero ya que hablamos sobre el proceso educativo, considero que es necesario prestar atención a un miedo en particular, “el miedo de ser derrotado”. Los deportistas profesionales y entrenadores de élite saben que sin superar este miedo, es imposible llegar a ser un campeón. Por lo tanto es necesario enseñar al niño a aceptar sus errores. Hay que explicarle que una nota baja no es un fracaso, sino que forma parte del aprendizaje. El hecho de que tenga los errores no debe ser algo vergonzoso, sino una razón para trabajar más.

En algunos casos hay que elaborar un claro plan de acción (constructivo) en el caso de no conseguir los resultados esperados, – qué voy a hacer si pierdo de nuevo/ no apruebo el examen, etc., Así evitamos la incertidumbre (el miedo a lo desconocido), lo cual reduce el miedo a fracaso y aumenta la seguridad para poder resolver los problemas.

El niño que tiene miedo a la derrota, concentra su atención en este miedo, piensa constantemente en él, es decir, piensa en lo que no debe hacer, haciendo exactamente eso que no debe, porque está ocupando toda su atención e incluso llevando el “NO” por delante. Por tanto es muy importante eliminar este miedo y permitir a su futuro Campeón caminar felizmente hacia al éxito. Es necesario combinar este método para combatir este miedo con las técnicas de motivación para mejorar el rendimiento en todos los aspectos, de lo contrario se puede tener el efecto totalmente contrario. Porque la autoestima y la confianza son similares a un balón de futbol. Si se infla demasiado el balón, puede explotar, en cambio, si no hay suficiente aire, no hay manera de que el balón bote en el asfalto y se eleve.

A veces nos vemos en el otro extremo, que es cuando los padres convencen al niño de que él es el mejor. La sensación de superioridad no hace nada bien, porque no le permite ver sus errores. No deben convencer al niño de que él es superior a los demás, si él llegó primero en una competición. Tarde o temprano, tendrá que enfrentarse a la realidad de que alguien le ganará en una carrera; sea más fuerte o más inteligente. Cuanto más prepotente sea el niño, más difícil le resultará aceptar el fracaso. Es más importante hacerle saber que él es único; que en esta vida tiene que seguir su propio camino; respetar a los demás; superar los obstáculos con tranquilidad, y conseguir sus objetivos factibles. Porque ¡¡Para un verdadero campeón lo más importante es ganarse a sí mismo!!